11 octubre 2007

Carrió y Prat-Gay defendieron su plan ante los empresarios

Disertaron juntos en el coloquio de IDEA

No tuvo el rating inmediato de Cristina Kirchner, a quien debieron alquilarle un salón para 650 personas. Tampoco contó con el respaldo que los empresarios suelen transmitirle a Roberto Lavagna, a quien colmaron de elogios antes de escucharlo.

Como Atlas, el modesto pero luchador equipo de fútbol de ascenso con el que suele compararse, Elisa Carrió debió partir desde muy atrás en el desayuno que compartió ayer con los empresarios del Instituto para el Desarrollo Empresarial (IDEA), en el hotel Sheraton.

Con un discurso moderado, la participación de Alfonso Prat-Gay, toques de su histrionismo y sus críticas al "hegemonismo bicéfalo" del Gobierno, la candidata presidencial por la Coalición Cívica pudo emparejar las acciones con sus principales contrincantes e irse con el aplauso cerrado de los hombres de empresa.

"Si tienen dudas con nosotros, con una presidencia hegemónica y bicéfala... ahí si van a tener problemas serios de gobernabilidad", dijo la candidata presidencial ante el centenar de empresarios que concurrió al desayuno organizado por IDEA en el contexto de su coloquio anual número 43.

En realidad, sus palabras y las de Prat Gay -con quien la postulante compartió el escenario- apuntaron a castigar al oficialismo y brindar una imagen de previsibilidad, en momentos en los que, según la mayoría de los sondeos, Carrió llevaría una leve ventaja sobre Lavagna en la lucha por el ansiado segundo lugar.

"No hay capitalismo serio con prebendas, exenciones y amistades de poder", dijo Carrió. "Queremos que los empresarios sepan que habrá reglas previsibles para quienes quieran competir en serio", agregó la candidata. Hacia el final volvería a reclamarles compromiso con el país. "Hay que jugarse y tomar algún riesgo, porque si no te subordinás a los mediocres y terminan gobernando Moreno [Guillermo] y la Mona Jiménez", ironizó, y consiguió risas y aplausos.

Luego de 15 minutos en los que detalló los tres contratos (moral, republicano y de distribución del ingreso) que son la base de su plataforma política, Carrió le cedió la palabra a Prat-Gay, que con tono moderado no ahorró críticas a la política económica del Gobierno.

"Concentran beneficios en pocas manos. Crecemos a niveles récord y uno de cada tres argentinos está bajo la línea de la pobreza", afirmó el ex titular del Banco Central. Y fue más allá, al indicar que la "economía está recalentada" y que "de esta manera se va al peor escenario: la economía se enfría con inflación alta".

Lo escuchaban, entre otros, el titular de IDEA, Gustavo Ripoll (Microsoft); su vice, Carlos Tramutola (Strat Consulting); el miembro honorario Jorge Aguado, y el consultor Jorge Forteza, entre otros. Por la CC estaban la candidata a diputada Patricia Bullrich y el legislador porteño Enrique Olivera.

"Liderazgo"

En el momento de las preguntas de los empresarios, Carrió recurrió al ingenio. Cuando le preguntaron si la coalición podría terminar como la Alianza, Carrió dijo que en aquel momento el problema era que el Presidente no era el líder. "Yo tengo el liderazgo, aunque no tenga partido", afirmó.

"¿Cómo va a controlar a los sindicalistas?", le preguntaron en otro momento. "Con ellos van a tener problemas todos. Además, las mujeres sabemos cómo desgastar a los hombres, consulten cuando lleguen a sus casas", se despachó. En el terreno de la política internacional, Carrió abogó por una "alianza complementaria y estratégica con Brasil" y calificó de "absurdo" el conflicto bilateral con Uruguay. "Sólo personas insulares hacen estas cosas. Son los nyc, nacidos y criados en Río Gallegos", embistió, y logró más carcajadas en el auditorio.

Al final, muchos empresarios la aplaudieron, otros le dieron su tarjeta y Forteza la definió ante LA NACION como "un descubrimiento". Y añadió: "Me impresionó y emocionó", dijo el consultor. Sonriente, Carrió se fue con el alivio de un examen aprobado.

Por Jaime Rosemberg
De la Redacción de LA NACION

Vía La Nación