24 abril 2008

El gran rey David Nalbandian aplastó a Robredo para obtener su pase a cuartos de final

Muy sólida fue la actuación de David Nalbandian en los octavos de final del Masters Series de Montecarlo (2.270.000 euros; polvo de ladrillo). Jugando de manera brillante vapuleó por un 6-1 y 6-0 al español Tommy Robredo y consiguió el pase a cuartos, donde mañana se medirá con Roger Federer, el número uno del mundo. El cordobés es el único argentino que sigue en carrera en el principado.

Vía Clarín


Nota de Wendy Pepper

Lo inevitable. Ya sé: me dirán que la última vez que el número uno del mundo (Nalbandian) y Federer se enfrentaron en arcilla, fue Roger el que ganó. Pero…
…ganó de casualidad. El Rey se tuvo que retirar del partido (en semis del abierto de Francia). En cuanto al enfrentamiento anterior a este, fue muy muy parejo.
Para colmo, el número uno de Argentina de todos los tiempos logró victoria las dos últimas veces. Y con solo ver el score que “le hizo” a Robredo… está en modo “aplanadora”. Y Federer esta en modo “voy a dar lástima. Total, aunque pierda, a mi rival se le quitará crédito de tal batalla. Así que gano sea como sea).

El rey tiene amplias posibilidades de acceder a su primera semifinal del año en torneos de la Master Series. Luego de vencer a Federer, el torneo está asegurado…. No entiendo nada de psicología, pero la “mente” se pone contenta si le gana al numero uno del ranking mundial (David lo ha hecho ocho veces sobre federer). Eso dicen los ladrones que trabajan de eso.

Lo inebitale.

14 abril 2008

El que no salta es un moscovita


El que no vaa las semis, pagará las consecuencias.

12 abril 2008

PERDIDA Y RECUPERACIÓN DEL PELO

Para luchar contra el pragmatismo y la horrible tendencia a la consecución de fines útiles, mi primo el mayor propugna el procedimiento de sacarse un buen pelo de la cabeza, hacerle un nudo en el medio y dejarlo caer suavemente por el agujero del lavabo. Si este pelo se engancha en la rejilla que suele cundir en dichos agujeros, bastará abrir un poco la canilla para que se pierda de vista.

Sin malgastar un instante, hay que iniciar la tarea de recuperación del pelo. La primera operación se reduce a desmontar el sifón del lavabo para ver si el pelo se ha enganchado en alguna de las rugosidades del caño. Si no se lo encuentra, hay que poner en descubierto el tramo de caño que va del sifón a la cañería de desagüe principal. Es seguro que en esta parte aparecerán muchos pelos, y habrá que contar con la ayuda del resto de la familia para examinarlos uno a uno en busca del nudo. Si no aparece, se planteará el interesante problema de romper la cañería hasta la planta baja, pero esto significa un esfuerzo mayor, pues durante ocho o diez años habrá que trabajar en algún ministerio o casa de comercio para reunir el dinero que permita comprar los cuatro departamentos situados debajo del de mi primo el mayor, todo ello con la desventaja extraordinaria de que mientras se trabaja durante esos ocho o diez años no se podrá evitar la penosa sensación de que el pelo ya no está en la cañería y que sólo por una remota casualidad permanece enganchado en alguna saliente herrumbrada del caño.

Llegará el día en que podamos romper los caños de todos los departamentos, y durante meses viviremos rodeados de palanganas y otros recipientes llenos de pelos mojados, así como de asistentes y mendigos a los que pagaremos generosamente para que busquen, separen, clasifiquen y nos traigan los pelos posibles a fin de alcanzar la deseada certidumbre. Si el pelo no aparece, entraremos en una etapa mucho más vaga y complicada, porque el tramo siguiente nos lleva a las cloacas mayores de la ciudad. Luego de comprar un traje especial, aprenderemos a deslizamos por las alcantarillas a altas horas de la noche, armados de una linterna poderosa y una máscara de oxígeno, y exploraremos las galerías menores y mayores, ayudados si es posible por individuos del hampa, con quienes habremos trabado relación y a los que tendremos que dar gran parte del dinero que de día ganamos en un ministerio o una casa de comercio.

Con mucha frecuencia tendremos la impresión de haber llegado al término de la tarea, porque encontraremos (o nos traerán) pelos semejantes al que buscamos; pero como no se sabe de ningún caso en que un pelo tenga un nudo en el medio sin intervención de mano humana, acabaremos casi siempre por comprobar que el nudo en cuestión es un simple engrosamiento del calibre del pelo (aunque tampoco sabemos de ningún caso parecido) o un depósito de algún silicato u óxido cualquiera producido por una larga permanencia contra una superficie húmeda. Es probable que avancemos así por diversos tramos de cañerías menores y mayores, hasta llegar a ese sitio donde ya nadie se decidirá a penetrar: el caño maestro enfilado en dirección al río, la reunión torrentosa de los detritus en la que ningún dinero, ninguna barca, ningún soborno nos permitirán continuar la búsqueda.

Pero antes de eso, y quizá mucho antes, por ejemplo a pocos centímetros de la boca del lavabo, a la altura del departamento del segundo piso, o en la primera cañería subterránea, puede suceder que encontremos el pelo. Basta pensar en la alegría que eso nos produciría, en el asombrado cálculo de los esfuerzos ahorrados por pura buena suerte, para escoger, para exigir prácticamente una tarea semejante, que todo maestro consciente debería aconsejar a sus alumnos desde la más tierna infancia, en vez de secarles el alma con la regla de tres compuesta o las tristezas de Cancha Rayada.


oh, DÁ DÁ DÁ
excellent!

07 abril 2008

Así es la vida del citadino citador. Bien ahí!

"Así, el desequilibrio evolutivo en períodos de abrupta discontinuidad en el crecimiento de la personalidad, es un genotipo que puede suscitar, alternativamente, fenotipos tan distintos como la rebeldía y el ultraconformismo."

Aussubel / Sullivae: "El desarrollo infantil", pág. 25,