30 octubre 2007

Andy is alive: una colección de pruebas por el puro placer de discutir

Cuando las personas oyeron que Andy Kaufman murió, se rieron. Lo hicieron porque pensaron que fue un chiste. Se carcajearon porque no creyeron en eso. Se mofaron porque Andy quiso que así fuera.El consenso general fue que Andy estaba chiflado. Todo lo que las personas supieron acerca de él fue que estaba todo el tiempo haciendo bromas. Se rieron, o gimieron, porque Kaufman podía ser insípido, pero también capaz de fingir estar muerto para aparecer más tarde y apuntar su dedo, engañando a todo el mundo otra vez. Algunos dijeron: "bien", cuando oyeron que murió; se rieron porque lo odiaron. A diferencia de una cierta cantidad de sus contemporáneos benignos, Kaufman lo desafió a usted a que se posicione. Tome el caso de su riña en el programa de televisión en vivo 'Fridays'. Los espectadores quedaron de pié en sus salas de estar preguntando a cada quien: “¿Pasó eso realmente?”América cuestionó su muerte al momento que escucharon acerca de ella. Mucho antes de que el público supiera cualquier cosa acerca de su deseo para falsear su muerte, sabía que Andy Kaufman no estaba muerto. [Vía]

Pero el mundo de Andy tiene dos héroes, que son: el propio Kaufman y Jim Carrey, cuya entrega y capacidad de mímesis rozan lo asombroso y obligan a un nuevo cuestionamiento. Gracias a Kaufman/Carrey, el mundo de Andy se llena de momentos memorables. Desde su negativa en vivo, a actuar en un programa, hasta el show final, incluida la invitación a tomar leche con galletas para todo el mundo. Y sobre todo, cada una de sus actuaciones, cada silencio incómodo, cada salida demente; Andy Kaufman, genio único.



Vía Balena