El programa “El gen argentino” (emitido por algún canal de aire. Para mas información acerca del formato, ir a la wiki) realiza una especie de búsqueda sociológica, de la mano de Bonadeo (periodista), Mr. Pigna (profesor de historia) y demás adefesios, del “argentino mas grande”. La crítica podría empezar sobre la estructura misma del programa y el método de elección, pero seria aburrido y extenso.
Mis intenciones son reprochar, abrochar y putear el último programa. En este la pelea fue entre René Favaloro y J.L. Borges.
En el a priori se denota que la categoría “ciencias, artes y humanidades” es tan amplia como inconmensurable cada rama de la categoría (no tan grande como la clase “deportes”; eso está claro). Esta única razón deja descartado el programa para la visualización a cualquier espectador atento.
Durante el programa, donde existen panelistas durables y promotores de los personajes en cuestión, se pudo notar un pequeñísimo grado de soberbia e ignorancia de parte del defensor de Borges, el señor Epifanio (amigo y sirviente de Jorge).
Epifanio pondera a Borges como “el creador mas grande que ha dado la Argentina en toda su historia”. Bueno, “Menos mal que los paradigmas son inconmensurables”, diría Kuhn, porque sino estaríamos en un brete tremendo. Me lo podrán negar, pero creo que es muy soberbio afirmar que Borges es el escritor latinoamericano mas grande de todos los tiempos, siendo, por dar un ejemplo casi insignificante y poco concreto, que no terminó ni siquiera la escuela secundaria. En cambio, Favaloro fue Doctor en medicina por la Universidad de La Plata (y las especializaciones que todos conocemos. Pero el punto está dicho).
Cual monografía tendenciosa me toca decir: ¿Y que le queda, entonces, a los grandes Científicos (Científicos se escribe con mayúscula), de cualquier rama? Están relegados a escuchar aclaraciones de panelistas sin método, aludiendo que “…no solo el corazón (haciendo referencia a la ciencia médica) es importante, sino lo que la gente piensa, imagina”. Paremos el carro de la doxa por un segundo: ¿De dónde se sacan las herramientas para explican los sentimientos, emociones, pensamientos, hasta formas de redacción, sintaxis, etc? La ciencia es la portadora de toda verdad provisoria; es los ojos del camino (hasta esta metáfora es explicada desde la gran ciencia, la Semiótica).
Para la gente del método (cualquiera sea este) es insoportable escuchar un debate tan parcial, falso, ignorante y estéril, donde la elección ocurre entre “…Favaloro, un trabajador, un luchador que salvó vidas, y Borges: lo más alto que ha llegado la cultura Argentina”. Ya de por sí esta metáfora orientacional (el estudio de la metáfora lo explica la ciencia: gracias al cielo evidente que me ilumina) muestra una clarísima metáfora básica:
Borges está arriba, es lo más elevado; Favaloro está en la tierra (abajo), trabajando. Es un simple mortal trabajador. Borges es claramente un Dios.
Quedarían mil aristas por dilucidar, como por ejemplo el hecho de que al promotor de Borges se le diera mucho mas tiempo para exponer, como tratando de diluir el rechazo e ignorancia de la masa sobre Borges. Aunque ese no es el método. Y lo peor de todo es que una panelista, luego de la derrota arrolladora (aunque anecdótica) de Favaloro, dijo: “a mí me gustaría que leyeran más a Borges”. Yo le diría: “a mi me gustaría que leyeran más a Gregor Mendel, Emile Durkheim, o a Jean Piaget”. Ahí es donde está la literatura (científica, por supuesto).
Lo más importante de todo es que el señor Cortázar no esté revolcándose en su tumba. Seguramente le daría lástima un programa televisivo tan absurdo: se sentiría en un atasco infinito. Aunque simplemente cambiaría de canal. Además, siempre estará el patín sobre hielo en mano.
Espero que alguien vea o lea esto, y se haga noticia, como también la voz correr.